Jorge Méndez, miembro de la Asociación Longaví de la FEROCAM logró la gran hazaña de convertirse en el Bi Campeón del Movimiento a la Rienda en el Campeonato Nacional, montando a su querido caballo Malargüe.

Méndez, tras sortear numerosos obstáculos en su vida privada y laboral, logró lo que muchos creen imposible, hacer historia en la Monumental gracias a los amigos que pudieron echarle una manito.

Para Jorge, quien conversó gentilmente con Rodeo Linares, ha sido dificultoso poder salir adelante en esta disciplina con Malargüe, "no soy de muchas lucas, y para trabajar el caballo muchas veces se me oscurecía muy temprano; de noche le pegaba unas 'troyadas', porque en salir del trabajo y llegar a la casa, luego llegar allá donde tengo un picadero lo tengo muy lejos. A veces prefería pegarle unos trotes a orilla de carretera al caballo; fue difícil para mi pero contento, porque igual yo le pongo todo el corazón, yo me meto a la medialuna y se me agranda el corazón".

Jorge Méndez es trabajador de la Municipalidad de Longaví, actualmente es ayudante de mecánico pero anterior a eso, Jorge era chofer del municipio y tras un lamentable accidente mecánico luego de que la manguera del aire de freno de la cama baja le pegara en los ojos, tuvo que ser operado dos veces de la vista, la cual recuperó solo la de un ojo.

Sin embargo y tras  también vivir complejos problemas familiares, Jorge salió adelante con su caballo Malargüe, lo que más quiere en la vida, asegura, pero que prácticamente lo trabaja muy poco porque "ya está viejo mi caballo, se lo paso a mi amiguito, el Maxi, un niñito que anda siempre conmigo siempre, él anda en el, yo no ando nunca en ese caballo."

"Yo quiero mucho a mi caballo, también corrí en los Federados, siempre lo marcaba de 4 y casi no lo trabajaba porque para mi es muy difícil, no tengo picadero, vivo en el pueblo, harta gente (me ha visto) por ahí por el camino del río Liguay, por la calle alternativa con mi caballo trote que trote, le busco vuelta, le pongo unas canilleras reflectantes a mi caballo (...) y se me oscurece, ese es el trabajo que hago. Y así salgo a correrlo y si no premio lo muevo a la rienda", agregó.

A Malargüe lo adquirió nuevo, ya que según en su testimonio, se lo vendieron por 'inservible', "porque lo tuvo un arreglador y al dueño le dijo que no servía, porque lo echaban correr a la cancha a lo derecho, y se embrutecía del hocico y no paraba, y el hombre lo puso en venta y yo se lo compré porque era un colega de la Municipalidad. Yo arreglé al caballo, le enseñé de apoco porque no quería agarrar postura a la mano adelante, fue mal amansado  porque troyeaba con la mano cambiada para la mano de adelante, me costó harto hasta que lo logré. En ese tiempo corría en los Federados, lo premiaba al tiro, siempre marcaba en él. Ahora no le dedico tanto tiempo, porque tengo un potrito nuevo, y en las tardes después del trabajo ensillo al potrito y a él siempre lo tengo en potrero, suelto por aquí, por allá porque yo no tengo donde tenerlo, porque tengo que arrendar".

En 2021, cuando Méndez fue a Rancagua, Malargüe estaba todo peludo, ya que tras el accidente de Jorge y su rehabilitación, el caballo quedó  casi en segundo plano por prácticamente un año. "Yo en el pueblo no tengo pesebrera, es complicado porque los vecinos se molestan, así que lo tengo en potrero suelto, ahí agarran todo, lluvia, de todo, Malargüe está acostumbrado a puro potrero. Y cuando lo llevé a Rancagua, le puse una carpa que gané moviendo a la Rienda en Yerbas Buenas, y en Rancagua me la robaron".

Este año, la historia de casi no ir a Rancagua casi se repite, ya que problemas de documentación y el SAG para el traslado de Malargüe, se interpusieron en el camino a la Monumental, "así que casi desisto, pero logré gracias a un amigo que me ayudó con el documento y mis amigos me echaron pica, diciéndome que tenía que ir, animándome". Y así fue, porque de la nada otro amigo le ayudó con la documentación necesaria y fue parte del Campeonato Nacional de la Ferocam, con resultados más que óptimos, ya que Jorge Méndez y Malargüe obtuvieron 50 puntos.

Malargüe tiene 21 años, y  toda su vida ha estado sin pesebrera y a puro potrero, "ahora que está viejito ya pude comprar un terreno luego de juntar mis lucas, ahorros, los 10%, estoy esperando poder hacer la escritura de una hectárea que compré y voy a hacerle una pesebrera, pero mi caballo va a morir en pesebrera, yo lo cuidar y cuando muera le voy a hacer una sepultura, a mi caballo yo lo quiero mucho. En Longaví todos los niños chicos quieren andar a caballo, yo se los paso porque es un caballo muy manso, nunca lo he visto tirar una patada, es muy mansito ypor eso lo quiero, tuve la oportunidad de venderlo por harta plata, pero no, no voy a venderlo nunca", puntualizó un emocionado Jorge Méndez.

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