Por Enrique Gutiérrez y Pamela Lara
De pocas palabras pero con respuestas breves pero seguras y categóricas, podemos definir a Francisco Vidaurrazaga Pavez, 16 años cumplidos en junio y alumno de segundo año medio del colegio Montesori de Talca.
“Panchito”, en el trato de familiares y amigos nos cuenta que en su breve existencia ha practicado dos deportes: el básquetbol y el rodeo. Su metro ochenta y cinco centímetros y sus condiciones innatas le han permitido destacarse no solo en su colegio, sino que también a nivel provincial participando como seleccionado de talca en diferentes categorías.
Sin embargo al panchito lo cautivo el rodeo, ya que en su primera actuación oficial a los 13 años corriendo con su padre, se “envenenó” con una atajada de 3 puntos buenos a la mano de atrás enel primer animal. Ese fue su debut en el rodeo.
Lo anecdótico del tema es que a la collera le faltaba solamente el punto de salida en el segundo animal para premiar en una serie. Lamentablemente no hubo escarapela porque el segundo guacho se negó a correr, y les hizo puntos malos en el apiñadero desde donde no lo pudieron sacar.
Pero Panchito ahí quedó flechado con el rodeo y nos dice que el básquetbol “también me gusta, pero solo lo practico para entretenerme, en cambio el rodeo es una pasión que cada día me llena más”.
Hablando de la temporada última, la 2019-2020, debemos reconocer que fue muy fructífera para Panchito corriendo con Francisco Reyes, que le pone experiencia y “peso” a la collera.
“La verdad es que estoy muy conforme y contento con lo que he podido avanzar; con el Pancho me entiendo muy bien y lo bueno es que él como sabe mucho más que yo, siempre va hablándome en la cancha y me apoya tanto en el arreo como en las atajadas. Yo tengo mucha confianza en él y la verdad es que nos hemos hecho muy amigos. Me siento muy tranquilo y contento en el equipo con el tío Juanito (Juan Beto Reyes) y Sergio, su hijo menor, con quien también corrí el Nacional Escolar 2019 en Curicó”
EL CORONA, LAS CLASES VIRTUALES Y LOS CABALLOS EN LA BALLICA
El largo receso del rodeo a causa del Coronavirus no ha incomodado mucho a Panchito Vidaurrazaga.
Como buen alumno, al igual que su hermana y hermano, Pancho dedica el tiempo necesario a sus clases virtuales, pero en sus horas libres acude a las instalaciones de Juan Beto Reyes en la entrada a la Ballica, sector rural distante 4 kilómetros de Linares.
Allí no solo monta a caballo para galopar, topear, caminar un manco, sino que además participa en las tareas propias del trabajo corralero, actividad que por lo demás le agrada mucho a su padre.
“A mi me gusta mucho el compromiso que ha adquirido el Pancho en el tema del rodeo que no consiste solamente en correr, por eso me agrada verlo participar junto a Juan Beto y los chiquillos en todos los trabajos, ya sea bañando y alimentando los caballos, preocuparse de su alimentación, trabajando con la carretilla cuando se necesita hacerlo en las pesebreras, en fin, todas estas actividades que son propias dentro del rodeo y que lo hacen crecer como persona y compartir con toda la gente”, nos comenta su orgulloso padre, Eugenio Vidaurrazaga, Secretario de la Directiva de la Asociación de Rodeo de Linares y propietario del Criadero Los Vascos.
En el recuento de la última temporada, el saldo para Panchito es muy positivo ya que logró el premio en casi todos los rodeos en los que participó, además de correr dos veces el cuarto animal en la Serie de Campeones cerrando el ciclo de la temporada con un segundo lugar en el rodeo promocional de un día organizado por la Asociación de Criadores de Linares.
Consultado finamente por sus aspiraciones en el rodeo, Panchito Vidaurrazaga nos dice que “me gustaría seguir progresando y con el correr de las temporadas lograr lo que todo jinete desea, que es completar una collera y llegar lo más alto posible”.