El Gerente General de SL Seguridad Privada y activo socio del club de Rodeo Chileno de San Javier, Mauricio Saldías, tuvo la gentileza de contarle a Rodeo Linares los pormenores de sus viajes de apoyo a la gente de Chupallar, con ocación del temporal que asotó a la zona hace poco más de un mes.
La verdad es que demoramos en poder entrevistarlo, porque su actividad principal como Gerente de la empresa de seguridad privada SL lo mantiene en constantes viajes por diversas ciudades del país y por fin logramos encontrarnos, en la ciudad de Linares luego de una cita telefónica, en la que le habíamos planteado la idea de dar a conocer esa experiencia suya.
«(…) esos fueron momentos muy emotivos; todo partió el año anterior porque realicé dos viajes a Chupallar y quedé maravillado con ese sector, y yo iba solamente en un viaje de reconocimiento, de modo que cuando ocurrió el desastre del temporal y al saber de los graves problemas que afectaban a Roblería y Chupallar, decidí viajar el día lunes en compañía de un amigo para conocer la magnitud, llevando inclusive alguna ayuda consistente en combustible y alimentos no perecibles», nos empieza relatando Saldías en el inicio de nuestro diálogo.
Nos relató del drama que vivía la gente de Chupallar debido al aislamiento por la caída del puente y el drama que afectaba a las familias, porque quedaban incomunicadas y aisladas del resto de la zona. «Era doloroso pero emotivo comunicarse a gritos de un lado a otro del río y comprometerse a ayudarlos en lo posible», nos continúa diciendo.
La decisión de Saldías en cuanto a realizar una ayuda importante, se materializó de inmediato y ya el día miércoles – posterior a las inundaciones – emprendió viaje nuevamente con más vehículos (camionetas) cargando mucho alimento y combustible, que eran la gran necesidad de la gente que estaba aislada.
«Pero esa no era solamente la necesidad de esos pobladores, sino que ellos necesitaban mucho en cuanto a comunicaciones, porque nada sabían de los familiares y de otra gente que estaba en otros lados y se desesperaban ante ese aislamiento». Saldías continúa diciéndonos que se produjo una gran amistad en que la gente bromeó con él, a quien denominaban el Huasito con Manta y se establecieron relaciones muy emotivas, que se mantendrán a través del tiempo y ayudarán a consolidar esta amistad nacida en circunstancias adversas.
«Yo había quedado maravillado con el lugar y ante esta desgracia no tuve ningún problema en poder hacer algo por esta gente, que fue mínimo ante tanto dolor, porque para uno en nombre del Rodeo y de nuestra empresa, estamos satisfechos de poder hacerlo», nos relató el jinete empresario.