Era el mes de febrero del año 2018 cuando Rodeo Linares, en medio del desarrollo del Interasociaciones de Parral Cordillera, dimos con un querido corralero entre las sombras de los árboles que están atrás de la medialuna de Longaví.
Ahí estaba sentado, conversando con amigos, luego de haber corrido una serie, Servando "Chevano" Benavente, parralino de tomo y lomo estaba, sin saberlo, viviendo uno de los últimos rodeos de su vida, ya que en septiembre de ese año diría adiós para siempre a toda la familia del rodeo linarense.
Considerado en su momento uno de los deportistas ecuestres más longevos del orbe, don Servando tuvo la gentileza de hablar con Rodeo Linares, sin sospechar que sería su última entrevista sobre su vida entre las quinchas y que detallamos a continuación:
Lo que se hereda no se hurta, y eso nos dejó muy en claro don “Chevano”, quien le contó a Rodeo Linares que su vida en el rodeo antecede desde la época de sus abuelos. Principalmente a su abuelo le gustaban los caballos, quien compró un fundo luego de retirarse de militar, lugar donde creció el padre de Benavente, el cual también corría en los rodeos de antaño. Es el sexto de siete hermanos y a los 19 años comenzó a practicar el rodeo. Es el corredor con más edad a nivel Nacional que se encuentra todavía activo en nuestro deporte Nacional, destacándose además, por su afectuosidad y caballerosidad dentro y fuera de la medialuna. Esto fue lo que conversó con Rodeo Linares.
P: ¿Cómo se inició usted en esta vida del rodeo?
SB: Yo me tomaba la mamadera a a caballo, si no había caballo no tomaba la leche, mal enseñao’ yo (ríe). Así empezamos. Y corríamos en el campo, chico yo tenía 8 ó 10 años y corría en la montaña. Tiempo después vino el rodeo de Parral, en el año 47. El 8 de noviembre se inauguró la medialuna de Parral, y como teníamos ahí en Parral al macanudo Santiago Urrutia Benavente, primo de nosotros, y la mamá de él era prima con mi padre, entonces me dijo un cuñao “ey cuñao, por qué no corre usted?”. Yo no tenía con quién correr. Llegué a Parral al rodeo, y me dice un primo “oye yo te voy a traer alguien que te acompañe”, “bueno” le dije yo. Llegó con un muchachón de unos 18 años, y era más malo que yo, “este no sirve” pensaba yo.
P: ¿Y cómo encontró la collera ideal don Servando?
SB: Estaba don Domingo Meza, un agricultor de Parral y me dijo “oye cauro, no tiene otra yegua? Corre con Lucho”. Lucho era el empleado de él, Lucho Celis. Ese venía del norte ya, como arreglador. Administraba un fundo de Los Ibañez, un caballero moreno alto. .
P: Hasta llegó a los nacionales pue…
SB: Sí, llegué a los nacionales tres veces. Llegué con Felipe Urrutia, desde Talca. Corrimos bien, anduvimos empatando con Samuel Parot en ese tiempo. Nos ganó Samuel, pero el jurado un poquito cargado, usted sabe los jurados siempre se cargan para el lado mejor (ríe). Nosotros éramos chiquillos. Después corría con el “Punta”, tuve buena temporada en los años 71, 73, en todo el tiempo del pronunciamiento. Don Chanca no tenía nah que ver con cuentos, el corría nomás, era un héroe, un campeón. A pesar que teníamos diferencia de edad, éramos muy amigos (…).
P: ¿Qué es lo bueno de correr en el rodeo, qué es lo positivo para usted?
SB: Para mí lo más positivo, señorita, es tener amigos, muchos amigos, muchos conocidos. Eso es lo mejor; donde va uno es bien recibido, porque hay que saber vivir también. Este rodeo tiene muchos por menores. Pero sabiendo vivir se anda bien
P: ¿Cómo ha sido estar en club Parral y luego en Parral Cordillera?
SB: Bueno seguí corriendo mucho en Parral con don Chanca, luego se murió y falleció el Punta también, Felipe no salía a correr. Entonces mi hermano me dijo “oye, y porqué no te vas a la segunda?”, Así que me fui a la segunda, estuve hartos años corriendo en segunda, me trataron muy bien, por eso cuando me retiré escribí a los clubes que me aceptaron dándoles las gracias. Porque uno tiene que retirarse por la puerta grande, no por la puerta chica (ríe)
P: ¿Y Parral Cordillera?
SB: Como no tenía con quién correr en segunda, se empezó a poner malo, hay muchos errores, así que decidí irme a la primera, y me recibieron en Parral Cordillera, con los brazos abiertos, y ¿sabe por qué?, por un motivo; cuando fui a la primera reunión eran todos amigos, entonces me acordé de cuando nosotros empezamos en Parral con el club, porque nosotros somos dos socios que quedamos de fundadores de Parral, don Manuel Romero y yo. Cuando antes teníamos reuniones en Parral era de puros amigos, conversaciones lindas, entonces por eso me gustó el cordillera, de muchos amigos. Me recibieron bien.
P: El mensaje para las nuevas generaciones que están participando en el rodeo…
SB: Sí… a los niños siempre les he dicho, sobre la manta, cuando uno corre es por la manta, cuiden la las mantas, cuiden el sombrero, ustedes son huasos, cuidemos el deporte. Siempre traté de inculcar a la gente joven, y me alegro mucho ahora porque anda mucha gente joven corriendo, he visto aquí mucha gente, niños, hombrecitos, entonces eso es bueno.